Unos nuevos aerogeneradores están irrumpiendo con fuerza en el último año, se trata de los aerogeneradores de eje vertical, que son similares a los molinos de viento tradicionales pero que mueven sus aspas con respecto a un eje vertical, al igual que las turbinas eólicas, que son una alternativa todavía desconocida para el gran público y que su imagen es similar a una batidora de huevos. Son estupendas para instalar en el tejado de una casa, un edificio público o en las zonas industriales. Tienen multitud de ventajas, entre ellas:
- No necesitan grandes inversiones, ya que sus dimensiones pueden ser pequeñas y no necesita de una potente torre o demás equipamiento como las de siempre.
- Son fáciles de instalar y de mantener, se pueden ubicar en cualquier lugar, ya sea en el suelo o en un tejado.
- Aprovechan los vientos turbulentos y de baja altura mucho mejor, así como las irregularidades del terreno, que pueden llegar incluso a aumentar la velocidad del viento.
- Son silenciosas, algo imprescindible en lugares habitados. Se ponen en marcha con pequeñas velocidades y son más resistentes a los fuertes vientos.
- Su impacto ambiental es menor, ya que las aves pueden evitarlos con mayor facilidad y no necesitan estar en espacios naturales para poder aprovechar la energía eólica.
Aunque las turbinas eólicas no son todavía muy conocidas, sus responsables indican que cada vez son más competitivas pero que su precio es todavía muy caro, sobretodo en cuanto a la relación con la potencia que pueden producir que es todavía algo escasa, lo cual se debe a varios factores:
- Al estar cerca del suelo, la velocidad del viento es más baja y eso provoca una menor potencia, siendo su eficiencia reducida en un 50% con respecto a los aerogeneradores de eje horizontal.
- En algunos casos necesita de un sistema de arranque conectado a la red con cables tensores y estructuras de refuerzo para poder tener estabilidad.
- Si el diseño no es el adecuado puede resultar muy complicado desmontarlo.
- La actual normativa favorece que se desarrollen grandes instalaciones, mientras que la energía mini-eólica está todavía un poquito en segundo plano y tanto empresas como centros de investigación no disponen de suficientes subvenciones ni alicientes para seguir desarrollándola.