Las Smart Cities, o ciudades inteligentes, se van convirtiendo en una realidad más cercana. Esta es, al menos, la idea que se quiere transmitir desde el Smart City Expo - World Congress, que se desarrolla en Barcelona hasta el 21 de noviembre.
Se trata de un encuentro mundial en el que se busca demostrar el papel determinante que tienen las ciudades en problemas actuales como el desarrollo económico, el aumento de la población o las graves consecuencias medioambientales a las que hay que hacer frente.
Y, sobre todo, recordar la capacidad de estas ciudades inteligentes para mejorar la situación gracias a diferentes desarrollos tecnológicos que, además, facilitarán notablemente la vida de sus ciudadanos.
Así, se están llevando a cabo todo tipo de conferencias, exposiciones y debates en los que, además de mostrar los últimos avances tecnológicos y los desarrollos que se realizan, se agrupa a expertos de diferentes ámbitos –movilidad, energía, medio urbano, resilencia y seguridad, economía, etc.- para intentar definir las líneas de actuación que se deben seguir.
Sostenibilidad medioambiental
El cambio climático es uno de los problemas medioambientales más graves que existen actualmente, y las ciudades son uno de los mayores causantes de las emisiones de CO2 que se realizan a la atmósfera en los continentes europeo y americano.
Por ello, en el World Congress se está haciendo especial hincapié en la necesidad de adoptar determinadas medidas orientadas a reducir estas emisiones. Entre las más destacadas se encuentra la apuesta que, tanto las empresas privadas como los gobiernos, deben hacer por las energías alternativas -especialmente la solar-, por su desarrollo y por conseguir facilitar el acceso a las mismas sin trabas.
Así, las diferentes actividades que se han programado al respecto pretenden, por ejemplo, mostrar los diferentes modelos de negocio que se pueden implantar para que este desarrollo energético, lejos de ser un problema, sea beneficioso desde todos los puntos de vista.
También se tratarán temas más técnicos como, por ejemplo, la viabilidad del almacenamiento de las energías renovables, su capacidad real para generar la electricidad que actualmente se consume y, sobre todo, las perspectivas de futuro y las actuaciones que deberían seguirse para reducir el impacto medioambiental de los niveles energéticos actuales.