Un ingeniero estadounidense propuso hace no mucho sustituir el asfalto de las carreteras por paneles solares especiales para que estas nuevas carreteras lograran conseguir una importante cantidad de energía solar, con el ahorro que eso supondría de energía eléctrica. Está llevando a cabo un estudio en su país, Estados Unidos, para lo cual ha fundado la empresa Solar Roadways. La supuesta carretera que proporcionaría energía solar estaría basada en tres capas superpuestas: paneles solares, una red eléctrica para suministrar energía a las viviendas y otra red de cables de fibra óptica para poder disfrutar de televisión e internet de alta velocidad.
Según los cálculos, el coste de estos paneles supondría una inversión de 3.500 millones de euros, así que el Gobierno de los Estados Unidos ha firmado un contrato de tan sólo 100.000 dólares para que fabrique un prototipo y probar así el rendimiento de las carreteras solares. Desde que surgió esta idea son varios los países que prueban diferentes sistemas que están basados en instalaciones solares o de suelo radiante para producir energía.
Otras de las propuestas que hay actualmente se basan en la energía eólica para las carreteras, para lo cual también se han presentado proyectos para integrar aerogeneradores de eje vertical en las barreras que dividen el tráfico en una carretera. Además del viento natural que puede soplar en la zona, se puede aprovechar también el que se genera por el movimiento de los automóviles. Un estudiante de una universidad de Phoenix, en Estados Unidos, propuso un interesante proyecto para una autopista de su ciudad, que se trata de la instalación de paneles similares a los informativos pero que se sustituirían por dos turbinas eólicas.
Habrá que ver si todos estos proyectos consiguen ver la luz y si se pueden comenzar a instalar carreteras solares en más países.