Una subida del 3,2% en el precio de la luz, la implantación de un impuesto en el autoconsumo de renovables y la eliminación de las primas a este tipo de energías. Estas son algunas de las medidas más destacadas que han entrado en vigor con la aprobación de la reforma energética de julio de 2013 y cuyos efectos son ya significativos.
El colectivo más afectado, según indican los expertos, será el de los poseedores de pequeños huertos solares. El nuevo Real Decreto establece que quien disponga de alguna placa solar o cualquier otro sistema de producción de electricidad propio deberá pagar el conocido como peaje de respaldo.
El autoconsumidor abona un importe cuando vierte la energía a la red –el peaje de generación-, y otro –el habitual peaje de acceso- cuando consuma directamente desde la red, después de haber calculado los saldos netos. El peaje de respaldo se calcula teniendo en cuenta el peaje de acceso, los pagos por capacidad correspondientes y el precio estimado de los servicios de ajuste.
Así, y tal y como establece la normativa, los autoconsumidores harán frente "al igual que el resto de los consumidores, a los costes del sistema eléctrico, incluyendo aquellos necesarios para financiar las tecnologías de respaldo".
Además, quienes no se registren y declaren correctamente los sistemas que posean deberán abonar unas multas –calificadas como “desmesuradas" por diferentes asociaciones defensoras de las renovables- cuyo importe oscilará entre los 6 y los 30 millones de euros.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha justificado las medidas adoptadas con esta reforma indicando, entre otras ideas, que “evitan que la luz haya tenido que subir en España un 42% de media".
Dificultades para los inversores
En los últimos años, habían sido muchas las familias que se habían interesado por la instalación de huertos solares y el autoconsumo en general. No en vano, y aunque siempre ha estado prohibido el almacenamiento de la energía sobrante en baterías, sólo es necesario engancharse a la red y abonar una factura tradicional cuando no hay viento o sol.
Además, el Gobierno anterior primaba la creación de estas instalaciones, por los que muchos apostaron por invertir de forma individual o creando pequeñas cooperativas, especialmente agricultores y ganaderos, alentados por la rentabilidad que podrían obtener a largo plazo.
El cambio de las condiciones establecidas entonces, que ha culminado con la nueva reforma energética, está provocando que muchos de ellos ni tan siquiera puedan afrontar los pagos de los préstamos que solicitaron para poner en marcha estas fuentes de energía alternativas.
Foto: Aguidrovert Solar