La consecución de la máxima eficiencia energética y el desarrollo, cada vez mayor, que se está llevando a cabo en el ámbito de las energías alternativas está favoreciendo que los paneles solares formen parte, incluso, de edificios que no están obligados legalmente a instalarlos.
Tal es el caso de la mezquita proyectada por el arquitecto Paolo Venturella para Pristina, que buscará convertirse en uno de los emblemas de la capital kosovar. La idea es que, además de albergar el centro religioso, aloje diferentes espacios sociales, educativos, administrativos e, incluso, comerciales, y presente niveles diferenciados para hombres y mujeres y recintos especiales que se puedan adaptar al número de asistentes.
La estructura de la mezquita se conformará por dos capas:
- La interna: Será la más pesada y separará el espacio de oración de las zonas de paso y recorrido. Igualmente, facilitará el uso más eficiente de la energía según las zonas que se estén utilizando en cada momento y el número de ocupantes de cada una de ellas.
- La exterior: Estará conformada por un conjunto de rejillas que albergarán el sistema fotovoltaico gracias al cual se podrá almacenar la energía suficiente para garantizar el funcionamiento de todo el edificio. Además, su forma esférica facilitará que los rayos del sol puedan incidir en los paneles durante todo el día y aumentar el número de horas de captación de luz. Por otra parte, cumplirá una función de protección del interior, ya que las lamas desviarán la radiación solar antes de que esta pueda penetrar en los diferentes espacios y tamizarán la luz para crear el ambiente propicio a la oración.
Igualmente, está previsto que se creen hasta cuatro niveles subterráneos –de espacios comunes y diferentes plantas de aparcamiento-, por lo que se ha diseñado un sistema de geotermia con el que se alimentarán, cuando sea necesario, las instalaciones sanitarias o la calefacción.