El levantamiento del complejo se ha producido en apenas 4 meses, que es lo que han tardado los técnicos en construir la planta de almacenamiento solar fotovoltaica de 20 MW en el sur de California.
La causa de esta rapidez la encontramos en un escape de gas natural, que obligó a actuar con celeridad para poner el funcionamiento las instalaciones. Este accidente tuvo lugar en octubre de 2015, cuando un escape de gas de Aliso Canyon afectó a los habitantes del barrio de Porter Ranch, que sufrieron, como consecuencia del mismo, dolores de cabeza, hemorragias nasales, afecciones en los ojos y las orejas, problemas en la garganta y náuseas. Los vecinos de esta zona estuvieron expuestos a unas 100 000 toneladas de metano y 7300 de etano durante el tiempo en el que la fuga seguía activa. Medio centenar de menores tuvieron que ser atendidos por los efectos del escape de gas y más de 2000 familias tuvieron que abandonar sus casas hasta que los técnicos pudieron localizar la fuga y la sellaron. Finalmente, en febrero de 2016 se consiguió poner fin al escape de gas
Detrás del protocolo de construcción y gestión de esta planta de almacenamiento está Tesla, que, a través de esta subestación, abastece de energía eléctrica a casi 15 millones de personas solo en el estado de California.
La planta cuenta con dos sistemas de baterías de ion litio, más 24 inversores. Las baterías son Powerpacks Tesla, 396 unidades de almacenamiento divididos en dos sistemas de 10 MW cada uno (198 baterías en cada sistema). Cada una de esas unidades de almacenamiento de energía, es decir, cada una de esas baterías, tiene capacidad para acumular hasta 80 MWh, lo que permite abastecer a unas 15.000 viviendas durante cuatro horas. No hace falta que sean horas bajas del día. La capacidad de almacenamiento de estas baterías de Tesla hace posible disfrutar de energía renovable y limpia por la mañana o en las horas centrales del día, esto es, cuando mayor demanda hay, para que los hogares dispongan de energía limpia para el funcionamiento de los electrodomésticos o simplemente para su iluminación.
El objetivo de esta planta es abastecer de energía limpia al Estado, extender su uso a otros puntos de la geografía, concienciar sobre la necesidad de utilizar energías renovables para nuestro hogar y contribuir a formar personas responsables con el medio ambiente y comprometidos con el cambio climático.
Esta apuesta por las renovables y por la energía limpia no solo implica a la compañía estadounidense de Silicon Valley, sino que el propio estado quiere extenderlo a los organismos públicos, así como a los servicios que ofrecen. La meta de la administración californiana es clara al respecto: las empresas públicas deberán ser capaces de almacenar 1,3 GW en 2020.
A pesar de los problemas iniciales, la planta parece funcionar ya con normalidad, por lo que muchas familias del estado de California pueden ya disfrutar de una energía limpia y respetuosa con el medioambiente.