La energía eólica precisa de una inversión inicial no apta para cualquier tipo de bolsillo, aunque a la larga puede ayudar a reducir la mayor parte de las facturas de nuestro domicilio.
Debido a la irregularidad de la superficie terrestre, la Tierra absorbe la radiación solar de manera desigual. Este calentamiento desparejo del suelo de nuestro planeta provoca, en definitiva, el surgimiento de diferentes presiones atmosféricas y de diversas temperaturas del aire, que son las que generan la aparición del viento. Las turbinas eólicas, a modo de aprovechar este movimiento, recogen la energía cinética provocada por las corrientes de aire y la convierten en energía mecánica. Al moverse sus palas, ampliamente estructuradas para captar la mayor cantidad de aire posible, éstas activan la palanca del generador, obteniendo así una energía eléctrica limpia, natural y ecológicamente responsable.
Contar con un espacio lo suficientemente amplio como para acoger toda la maquinara es fundamental para poder proceder a la instalación del aerogenerador doméstico. Además, también resulta indispensable que en la zona en la que residamos exista una cantidad de viento suficiente y que ésta permita la instalación de torres altas. Puede ser que la reglamentación local lo prohíba o que los vecinos se muestren descontentos con el montaje por problemas de visibilidad. La mejor opción en estos casos, antes de iniciar todo el proyecto, es consultar en el ayuntamiento pertinente cuál es la verdadera situación normativa.
De lo contrario no existe viabilidad posible para el aerogenerador, aunque también deben tenerse muy en cuenta las condiciones económicas del usuario. Cierto es que, en función del recurso eólico disponible, una turbina de estas características puede llegar a reducir la facturación eléctrica entre el 50 y el 90%. Sin embargo, el precio de los aerogeneradores destinados a un uso doméstico, que acostumbran a tener una carga de entre 1kW y 10 kW en función de la cantidad de energía que se pretenda recolectar, puede oscilar entre los 1.000 € y los 3.000 € por kW.